Anchorage será la sede de la cumbre entre Trump y Putin, confirma la Casa Blanca

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La Casa Blanca ha confirmado que la cumbre entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se celebrará en Anchorage este viernes, tras una intensa búsqueda de lugares adecuados en Alaska. La decisión responde a la combinación de requisitos de seguridad, limitaciones logísticas y la preferencia de ambos gobiernos por mantener el encuentro en suelo estadounidense, en lo que se considera la primera reunión directa de los líderes en más de cuatro años.

Desafíos logísticos para una cumbre en temporada alta

La organización de la cumbre enfrentó múltiples dificultades debido a que el verano es temporada alta de turismo en Alaska, limitando las opciones de instalaciones capaces de albergar a dos líderes mundiales con todas las medidas de seguridad necesarias. Se consideraron ciudades como Juneau, la capital estatal, así como Anchorage y Fairbanks, pero la única ubicación que cumplía con los requisitos fue la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, en el extremo norte de Anchorage.

La selección de esta base militar, aunque al principio se planeaba no presentar a Putin en un contexto militar de los Estados Unidos, se estableció como la alternativa más segura y factible. La logística abarcó la coordinación de transporte, seguridad y hospedaje para las delegaciones y sus equipos de apoyo, mientras se mantenían planes para una reunión de alto nivel con la mayor discreción posible.

Preparativos de relaciones exteriores y cooperación entre dos naciones

Oficiales de Estados Unidos y Rusia han intensificado los arreglos para la cumbre. El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, y el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, llevaron a cabo reuniones previas para organizar detalles logísticos y de protocolo, mientras se establecían las metas del evento. La Casa Blanca ha descrito la cumbre como una «reunión para escuchar», subrayando que Trump desea evaluar personalmente a Putin, por encima de las conversaciones telefónicas anteriores.

A diferencia de reuniones anteriores de alto riesgo, donde los líderes son preparados con meses de anticipación y con agendas detalladas, la cumbre de Alaska se organiza bajo un enfoque más flexible. Se espera que gran parte del diálogo sea uno a uno, con la presencia de traductores, pero sin asesores de alto nivel, siguiendo un patrón similar al de reuniones previas entre Trump y Putin durante su primer mandato.

Consideraciones geopolíticas y elecciones estratégicas

El sitio seleccionado igualmente responde a preocupaciones de alcance mundial. Rusia descartó opciones en Europa, como Viena o Ginebra, mientras que Emiratos Árabes Unidos fue sugerido por Putin como opción, aunque la Casa Blanca deseaba evitar un viaje adicional a Medio Oriente después de la visita de Trump en mayo. Al final, la localización en Estados Unidos prevaleció sobre la alternativa de Hungría, un país con conexiones cercanas a ambos dirigentes.

Este contexto refleja un delicado equilibrio entre la conveniencia logística, la seguridad de los participantes y las implicaciones diplomáticas. Alaska, territorio con historia vinculada al imperio ruso, se convirtió en un lugar simbólicamente neutro y estratégicamente seguro para la reunión.

Antecedentes y comparación con cumbres previas

Durante el primer mandato de Trump, las reuniones con Putin incluyeron encuentros en Helsinki en 2018 y en la cumbre del G20 en Hamburgo en 2017, donde los intercambios se realizaron en gran parte sin asesores presentes. Por su parte, la última cumbre entre un presidente estadounidense y Putin, bajo Joe Biden en 2021, se caracterizó por semanas de planificación detallada, incluyendo coordinación con líderes europeos y preparación estratégica de cada momento del encuentro.

En contraste, la cumbre de Alaska se organiza bajo un enfoque más improvisado, aunque con el objetivo de garantizar seguridad y discreción. Trump también mantendrá contactos virtuales con líderes europeos y con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky, tras la cumbre, descartando por el momento encuentros trilaterales en el lugar.

Expectativas y próximos pasos

Se prevé que la reunión proporcione a Trump la oportunidad de escuchar directamente a Putin y evaluar sus intenciones, mientras se establecen posibles futuras negociaciones diplomáticas. La Casa Blanca mantiene discreción sobre los detalles finales de la agenda, pero asegura que la logística y los protocolos se encuentran en proceso de ajuste final para garantizar un desarrollo seguro y ordenado del encuentro.

Por Beatriz León Rojas